ATENCION: Este sitio solo tiene carácter informativo. Si cree tener algún síntoma que aquí se presenta, no dude primero en consultar a su médico.

Epidemiologia:
En España se diagnostican al año aproximadamente 162.000 casos nuevos de cáncer, entre los cuales hay 2.630 casos de cáncer de riñón, que provocan la muerte de 1.674 personas al año. El cáncer de riñón es uno de los pocos tumores, en los que se han descrito, de forma excepcional, regresiones espontáneas.

Que es:
Es la proliferación descontrolada y anormal de células del tejido del riñón. El tejido donde mas frecuentemente se originan estas células anormales, es el de los túbulos que drenan la orina. AL cáncer de este origen, se lo llama Hipernefroma (que es al que nos referiremos). Como casi todos los canceres, estas células anormales del hipernefroma, pueden diseminarse hacia estructuras vecinas al riñón, o hacia órganos distantes viajando hacia ellos a través de los vasos sanguíneos o linfáticos.
En el riñón pueden surgir otros canceres, a partir de otros tejidos localizados en él, como por ejemplo el cáncer de células transicionales, que se refiere a aquel que surge de la pelvis renal o de los uréteres (este no será tratado aquí).

Que son los riñones:
El riñón es un órgano par (hay uno a cada lado de la columna vertebral, en el abdomen), encargado de la filtración de la sangre, y cuya función es expulsar los productos de desecho que en ella se encuentran, así como producir ciertas sustancias.
Esta compuesto por un tejido principal que contiene un sistemas de túbulos (tubos muy delgados), que van transportando lo que filtran de la sangre y formando la orina, para volcarla en una estructura llamada pelvis renal, que a su vez drena la orina hacia los uréteres, que son dos largos tubos (semejantes conductos muy finos y largos) que llevan la orina hacia la vejiga. A partir de esta ultima, la orina sale al exterior pasando a través de la uretra (que esta a continuación de la vejiga, sirviendo de conducto de "drenaje").

Factores de Riesgo:
Entre los factores de riesgo figuran los siguientes:

  • Fumar
  • Sexo: los hombres tienen un mayor riesgo de padecerlo.
  • Consumo crónico de ciertos analgésicos: No utilizar adecuadamente ciertos medicamentos para el dolor durante mucho tiempo, inclusive aquellos que se compran sin receta médica.
  • Tener ciertas afecciones genéticas: aunque muy poco frecuentes, pueden aumentar la predisposición para padecer esta enfermedad. Entre ellas encontramos como la enfermedad de von Hippel-Lindau, la Esclerosis Tuberosa o el carcinoma hereditario de células renales papilares.
  • Obesidad
  • Exposición al cadmio y al asbesto

Clínica (síntomas y signos)
En los primeros estadios (etapas) de la enfermedad, es posible que no haya ningún síntoma. Estos pueden aparecer a medida que el tumor crece. Cuando aparecen, los síntomas pueden ser los siguientes:

  1. Presencia de sangre en la orina (orina sanguinolenta).
  2. Anemia.
  3. Aparición de un bulto en el abdomen.
  4. Dolor en zona lumbar.
  5. Pérdida de peso, falta de apetito,
  6. Cansancio generalizado.

Diagnóstico
Este se inicia con una historia clínica completa que incluya el interrogatorio del medico sobre hábitos, antecedentes, ingesta de analgésicos, examen físico y examen completo de sangre y orina, para ver las condiciones generales del enfermo.
Ante la sospecha de cáncer de riñón (hiperfrenoma) se pueden solicitar:

  • Ecografía renal: Es una prueba inocua, para ver la estructura y anormalidades del riñón y vías urinarias. Se utilizan ultrasonidos.
  • Pielografía intravenosa (PIV): Son radiografías con un contraste urinario para ver si hay obstrucciones en  el sistema excretor urinario (riñones, uréteres y vejiga) por la presencia de un bulto o tumor.
  • Tomografía axial computerizada (TAC): Son estudios que generan imágenes muy específicas del abdomen para ver todas las estructuras.  La resonancia magnética nuclear es una prueba diagnóstica similar.
  • Biopsia: Se trata de extirpar un trozo de tumor el patólogo determinará si hay células cancerígenas o no. Sirve para confirmar el diagnóstico y poder plantear el tratamiento más adecuado.
  • Prueba de la función del hígado: procedimiento en el cual se examina una muestra de sangre para medir la cantidad de enzimas liberadas hacia la sangre por el hígado. Una cantidad anormal de una enzima puede ser un signo de que el cáncer se ha diseminado al hígado.

Estadificación
Consiste en determinar hasta donde se ha extendido el cáncer, es decir que estructuras o áreas ha invadido, tanto en la vecindad del riñón, como a distancia. Para ello se usan algunos de los ya citados exámenes como TAC, RNM, Ecografía, radiografía  de Tórax y Exploración Ósea, entre otros. Su determinación es importante para elegir el diagnostico mas adecuado, especialmente a la hora de poder realizar un tratamiento quirúrgico o no.
Los estadios (etapas) de este cáncer son:

Estadio I: El cáncer está limitado en riñón y mide menos de 7 cm.

Estadio II: El cáncer está limitado en riñón y mide más de 7 cm.

Estadio III: El cáncer invade a los ganglios cerca del riñón, o invade las estructuras que se hallan alrededor del riñón (glándula suprarrenal, grandes vasos sanguíneos adyacentes).

Estadio IV: El cáncer invade a varios ganglios estén cerca o no del riñón, y están afectados órganos lejanos.

Tratamiento
En el tratamiento del cáncer de riñón, solo la cirugía puede considerarse un tratamiento estándar que se realiza para tumores localizados, en los que es posible la curación de la enfermedad en más del 50% de los casos. El resto de tratamientos deben considerarse en el contexto de tratamientos paliativos o experimentales y deben estar sometidos a ensayos clínicos (estudios en los que participan pacientes y en donde se prueban, con el consentimiento de estos, terapias posibles para tratar una determinada enfermedad) en pacientes con enfermedad avanzada.
Los pacientes con tumores localmente avanzados y/o metastáticos deberían, a ser posible, participar en ensayos clínicos.

Cirugía
Para tratar el cáncer de células renales suele utilizarse una operación que extirpa parte del riñón o todo el riñón. Se pueden usar los siguientes tipos de cirugía:

  • Nefrectomía parcial: procedimiento quirúrgico para extraer el cáncer de adentro del riñón y parte del tejido que lo rodea.
  • Nefrectomía simple: procedimiento quirúrgico para extirpar solo el riñón.
  • Nefrectomía radical: procedimiento quirúrgico que extrae el riñón, la glándula suprarrenal, el tejido alrededor de ella y, por lo general, algunos ganglios linfáticos cercanos.

El tratamiento quirúrgico a veces se complementa con quimioterapia o radioterapia para eliminar posibles células remanentes que la cirugía no haya extraído (terapia adyuvante).
En estadios avanzados la cirugía puede ayudar a paliar los síntomas provocados por el tumor.
Cuando no es posible operar para sacar el cáncer, se puede usar un tratamiento llamado embolización arterial para encoger el tumor y disminuir los síntomas. Éste consiste en interrumpir la circulación sanguínea del tumor (que es la que lo nutre y mantiene vivo), para que sus células mueran y deje de crecer, de manera de reducir su tamaño.
También se puede usar la radioterapia para este fin.

Radioterapia
Es el tratamiento en el que las células tumorales se combaten con el uso de radiación ionizante.
En el caso del cáncer de Riñón, se utiliza para eliminar células tumorales y disminuir el tamaño del tumor.
En pacientes inoperables la radioterapia puede ayudar a paliar los síntomas producidos por el tumor primario o por las metástasis (por ejemplo, dolor por afectación ósea o de nervios).

Efectos secundarios: van a depender del tipo y la cantidad de ésta que haya recibido la paciente. Los más comunes son:

  • Sequedad y picores en la piel de la zona tratada
  • Pérdida de apetito 
  • Gran sensación de cansancio.

Quimioterapia
Es el tratamiento que consiste en eliminar las células tumorales a partir del uso de determinados fármacos.
Los tumores del riñón son, generalmente, resistentes a los tratamientos de quimioterapia.

Terapia Biológica
Consiste en el uso de sustancias biológicas propias del sistema inmune para combatir el cáncer, como el interferon o la interleuquina.
Estos tratamientos pueden conseguir paliar los síntomas y obtener un beneficio, modesto de la supervivencia, sobre todo en aquellos pacientes en los que se ha podido extirpar el riñón enfermo.

Terapia antiangiogénica

Utiliza una serie de fármacos que impiden la formación de vasos sanguíneos malos en los tumores, que son las vías a través de las cuales se "alimentan" estos tumores y se mantienen vivos y crecen. El Sorafenib, ha sido el primer fármaco de esta familia recientemente comercializado para el tratamiento del cáncer de riñón. Otros fármacos como el Sunitinib y el Bevacizumab, también han demostrado ser activos contra este tumor