ATENCION: Este sitio solo tiene carácter informativo. Si cree tener algún síntoma que aquí se presenta, no dude primero en consultar a su médico.

Epidemiología

En los últimos 20 años esta incidencia ha aumentado en casi todos los países, debido a la mayor exposición a la luz solar y a los cambios en el estilo de vestirse. En España, se registran 3.205 nuevos casos al año con una mortalidad de 709 personas.
En España el cáncer tipo no melanoma, en 1995, representó el 0,6% de todas las defunciones por cáncer para ese año y una tasa de mortalidad de 1,3 por 100.000 habitantes.
Los hombres, en comparación con las mujeres, tienen dos veces más probabilidades de padecer cáncer de células basales, y tres veces más de desarrollar un cáncer de la piel de células escamosas. El carcinoma basocelular es el cáncer más común en la población blanca. Aunque los dos tipos de cáncer de la piel son las neoplasias malignas más comunes, representan <0,1% de las muertes de pacientes debidas a cáncer.

Que es

El cáncer de piel es una enfermedad producida por el desarrollo (crecimiento) de células cancerosas en cualquiera de las capas de la piel (véase estructura de la piel).
Existen diferentes tipos de cáncer de piel, según en que célula de este tejido se origine ese crecimiento anormal y esa alteración en las células. Se los suele dividir en dos grandes grupos:

  • Cáncer de Piel tipo No Melanoma: comprende todos aquellos canceres de piel que no son melanoma. Es el más frecuente y se denomina no melanoma porque se forma a partir de otras células de la piel que no son los melanocitos (células que acumulan el pigmento). Entre estos tipos de canceres se encuentran el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular, entre otros (como Sarcoma de Kaposi, el linfoma cutáneo de células T, etc).
  • Melanoma: este cáncer, aunque  mucho menos frecuente que los anteriores, es uno de los mas malignos de esta localización y se origina en células llamadas melanocitos. No se explicara en este resumen.

El carcinoma basocelular (también llamado carcinoma de células basales) es la forma más común de los cánceres de la piel y el carcinoma espinocelular (o carcinoma epidermoide o escamoso), constituye el segundo tipo más común de neoplasia maligna de la piel. Estos dos tipos de cáncer de la piel tienen mayor probabilidad de ocurrir en individuos que tienen la tez clara y que han estado expuestos en forma considerable a la luz solar especialmente desde y durante la infancia, y ambos tipos de cánceres de la piel son más comunes en latitudes sureñas del hemisferio Norte. Aunque pueden presentarse en cualquier área, son mas frecuentes en la cara, cuello, manos y brazos (áreas mas expuestas al sol).
La tasa general de curación para el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular está directamente relacionada con el estadio de la enfermedad y el tipo de tratamiento empleado

Estructura y función de la Piel

La piel es el órgano más grande del cuerpo. Dentro de sus múltiples funciones, se encarga de proteger contra el calor y la luz solar, las lesiones y las infecciones. Ayuda también a controlar la temperatura corporal y almacena agua, grasa y vitamina D.
Esta formada por varias capas, las cuales están representadas por la epidermis, la dermis y la hipodermis. Estas tres, están dispuestas siguiendo este orden en el organismo, desde la  más superficial (epidermis) hasta la más profunda (hipodermis).
Los canceres de la piel, tanto melanoma como los no melanomas, surgen de la epidermis, que esta conformada por varias hileras superpuestas (capas) de células. Estas células son:

  • Células escamosas: son células delgadas, planas que forman la capa superior de la epidermis.
  • Células basales: son células redondeadas ubicadas debajo de las células escamosas.
  • Melanocitos: células que se encuentran en la parte inferior de la epidermis y fabrican el pigmento que da color natural a la piel, llamado melanina.

Tipos más comunes

El carcinoma epidermoide , también llamado Carcinoma escamoso, de la piel es una proliferación maligna de un tipo de células de la piel, los queratinocitos. Es un tumor con poca capacidad para dar metástasis aunque sí de ser invasivo localmente (es decir en el área de la piel donde se origina). Es un tumor muy frecuente, aunque su frecuencia es menor que el carcinoma de células basales. Supone el 20-25%  de los tumores malignos cutáneos.
Aparece normalmente en áreas que han estado expuestas al sol, como la parte superior de la nariz, orejas, frente, labio inferior y dorso de las manos. Puede darse también en aquellas zonas de la piel que hayan estado en contacto con productos químicos, que hayan sido sometidas a radiación ( radioterapia previa), o que se hayan quemado. En el área genital, aparece con menor frecuencia.
Forma de presentación:
Generalmente se presenta como un abultamiento rojo y duro. A veces, presenta un aspecto descamativo, o sangra y desarrolla una costra que nunca llega a curarse. A medida que aumenta su tamaño va teniendo forma de nódulo (abultamiento) y, en ocasiones, presenta una superficie arrugada y sobresaliente, parecida a una verruga. Al final, se convierte en una úlcera abierta y crece dentro (hacia abajo) del tejido subyacente.
A través del sistema linfático (véase generalidades), puede extenderse a cualquier parte del cuerpo, aunque esto sucede con muy poca frecuencia. Es un tumor con tendencia a recaer (volver a aparecer) en el mismo sitio, una vez extirpado.

El carcinoma de células basales procede de la capa más inferior de la epidermis, las células basales. Es particularmente frecuente en la raza blanca, caucasiana. Es el tipo más común de cáncer de piel no melanoma. Alrededor del 75% de todos los tumores cancerosos de la piel son carcinomas de células basales.
Se origina en la capa inferior de la epidermis formada por células basales, que son (algunas de ellas) las que originan este cáncer. Y suele darse en aquellas zonas que han estado expuestas al sol, como la cabeza y el cuello.
Su crecimiento es lento generalmente y rara vez se disemina (invade) otras partes del cuerpo, siendo menos agresivo que el carcinoma escamoso.  No por esto se debe demorar o dejar de tratarlo, ya que si no se hace, con el tiempo, se extenderá a los tejidos circundantes. No es infrecuente, al igual que el carcinoma escamoso, que vuelva a aparecer una vez que la persona ha sido tratada. Del 35% al 50% de las personas diagnosticadas, podrán volver a desarrollarlo dentro de los 5 años siguientes al diagnostico.
Forma de presentación:
El aspecto que presenta es un pequeño abultamiento con una apariencia suave y brillante. Pero también puede tener forma de cicatriz, siendo firme al tacto.

Factores de Riesgo

  1. Factores ambientales: El factor causal más importante es la luz del sol (ultravioleta), y esto es una constante en todo el planeta. En el carcinoma epidermoide de piel es muy importante el acúmulo de horas de exposición al sol a lo largo de la vida, más que la intensidad de la exposición a la luz solar, que en cambio es un factor más importante para el desarrollo del melanoma y del carcinoma de células básales.
  2. Edad: este tipo de canceres suele presentarse a edad adulta, relacionándose esto con la acumulación durante la vida, de daños celulares efectuados a partir de la exposición al sol. Su frecuencia aumenta mucho con la edad, resultando muy raro antes de los 45 años.
  3. Factores genéticos: Existen una serie de cuadros hereditarios que cursan con este tipo de canceres:
  • Síndrome del epitelioma basocelular nevoide: es una enfermedad en la que los pacientes desarrollan un gran número de carcinomas basocelulares desde la segunda década de la vida y que, finalmente, afectan a cualquier zona de la piel.
  • Xeroderma pigmentoso: es un trastorno hereditario que se produce por una alteración en la capacidad de las células de  reparar su ADN, lo que predispone al desarrollo de carcinomas cutáneos múltiples.
  • Síndrome del Nevus de Celulas Basales: predispone a la aparición del carcinoma de células basales (basocelular).
  1. Sobreexposición a lámparas y cabinas bronceadoras: Estas son una fuente de radiación ultravioleta, por ende, al igual que con la exposición al sol, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
  2. Características y lesiones de la piel: Ciertas enfermedades de la piel, se consideran precancerosas para estos tumores y son: xeroderma pigmentosum, epidermodisplasia verruciforme y albinismo. La infección por el papiloma virus en estos pacientes, puede aumentar todavía más la probabilidad de tener un carcinoma epidermoide de la piel. Asimismo, existe una serie de condiciones y lesiones que se asocian con un mayor riesgo de dearrollar estos tipos de canceres y son:
  • Tener tez blanca (pelo rubio o rojizo, piel blanca, ojos verdes o azules, o pecas).
  • Tener cicatrices o quemaduras en la piel.
  • Sufrir de inflamación crónica de la piel o de úlceras en la piel.
  • Padecer de queratosis actínica: esta es una afección de la piel, producida por el sol, sobre la que puede desarrollarse un cáncer de piel. Entre el 1 y el 8% de estas lesiones evolucionarán a un carcinoma epidermoide de la piel. El 80% de los carcinomas epidermoides de la piel asientan sobre, o en la proximidad de queratosis actínicas.
    • Exposición a carcinógenos como el arsénico.
    • Estados de inmunosupresion: tratamiento de otros canceres, personas con tratamiento inmunosupresor debido a trasplantes, enfermedades como el SIDA, uso crónico de corticoides.
    • Exposición a radiaciones
    • Raza: estos canceres serán mas frecuentes en aquellas razas de piel blanca (caucásicos, eslavos) que en el resto
    Clínica (síntomas y signos)
     
    El cáncer de piel no melanoma puede tener el aspecto de diversas marcas en la piel. Se debe estar atento a los cambios que se observen en cualquier área, y de cualquier tipo, así como también si alguna de esas “marcas”, sangra, pica, duele o se abulta.
    Los signos posibles, en  general,  de cáncer de la piel sin melanoma incluyen:
  • Una herida que no cicatriza.
  • Zonas de la piel que son:
  • Pequeñas, elevadas, suaves, brillantes y cerosas.
  • Pequeñas, elevadas y de color rojo o marrón rojizo.
  • Planas, ásperas, de color rojo o marrón y escamosas.
  • Escamosas, sangrantes o con costras.
  • Semejantes a una cicatriz y firmes.

Los signos posibles de queratosis actínica (recordar que es una lesión benigna pero sobre la que se puede desarrollar este tipo de canceres) incluyen:

  • Una parche áspero, de color rojo, rosado o marrón, levantado o escamoso en la piel.
  • Resquebrajamiento o despellejamiento del labio inferior que no mejora con la aplicación de bálsamo labial o vaselina.

Los carcinomas de células basales aparecen en forma de áreas de color rojo (eritematosas), planas o escamosas, o de pequeñas áreas serosas, brillantes y traslúcidas al relieve que pueden sangrar. Puede haber algún vaso sanguíneo irregular visible, o mostrar áreas de color azul, café o negro.
Los carcinomas de células escamosas pueden tener forma de protuberancias crecientes (abultamientos o nódulos), de superficie áspera, o planos como manchas rojizas de la piel que crecen lentamente.

Diagnostico

Se tendrán en cuenta los síntomas que presente la piel del paciente y la historia clínica (edad, antecedentes de exposición a radiaciones, inmunosupresión, enfermedades de la piel, etc.). Los métodos que se usan para llegar al diagnostico se pueden enumerar  en:

  1. Presunción diagnóstica clínico visual: es importante para sospechar la presencia de esta enfermedad. Consiste en observar la piel y determinar la presencia de bultos o manchas con respecto al color, el tamaño, la forma o la textura.
  2. Biopsia: es el único método que permite llegar al diagnostico de certeza sobre el tipo de lesión. Consiste en extraer una porción del tejido sospechoso y analizarla al microscopio por un patólogo. Según como se tome esta muestra (lo que depende de la zona de la  lesión y tipo de alteración) hablaremos de:
    • Biopsia por raspado: se insensibiliza la zona de piel a biopsiar con anestesia local y se raspan las capas superiores de la piel con una hoja de bisturí.
    • Biopsias incisionales y escisionales: se extrae una cuña de piel. Se realiza para tumores más profundos. Con la biopsia incisional sólo se extrae una parte del tumor para analizarlo. Con la biopsia excisional se extirpa todo el tumor.
    • Biopsia por aspiración con aguja fina: se utiliza una jeringuilla para extraer pequeñas partículas del tumor.

Aunque no es común que los canceres de piel no melanomas se diseminen a otras áreas del cuerpo (metástasis), en aquellos extraños casos en los que se sospeche esta posible diseminación, se pedirán estudios de imágenes para buscar áreas invadidas. Estos podrán ser: Tomografías, Resonancias, Radiografías, análisis o pruebas de medicina nuclear, etc.

Estadificacion:
Consiste en averiguar  hasta donde se ha extendido el tumor, lo cual condicionara el tratamiento elegido para eliminarlo. Se usan los estudios de imágenes mencionados y otros que certifiquen, en el caso de encontrar alguna imagen sospechosa, que se trata de metástasis.
Los estadios del cáncer de piel no melanoma son:

  • Etapa 0: el carcinoma de células escamosas in situ, es decir que aun se encuentra en la capa mas superficial, la epidermis.
  • Etapa I: el cáncer no tiene más de dos centímetros y no hay ganglios linfáticos ni otros órganos afectados.
  • Etapa II: el cáncer tiene más de dos centímetros pero no se ha extendido a ganglios linfáticos ni a otros órganos.
  • Etapa III: el cáncer se ha propagado a tejidos profundos vecinos, como son huesos, músculos o cartílagos, y/o a los ganglios linfáticos regionales (los cercanos al área donde esta situado el tumor). No hay afectación de órganos distantes.
  • Etapa IV: el cáncer puede tener cualquier tamaño, puede afectar ganglios linfáticos y se ha extendido a órganos distantes como el cerebro o los pulmones.

Pronostico
Se refiere a la posibilidad de curación (y por ende expectativa de supervivencia) de la persona que padece el tumor y dependerá del estadio (etapa) en el que se encuentre.
Para la etapa I el índice de supervivencia para cinco años es de más del 90%. Para las etapas II y III, los índices son alrededor del 80% y del 50% respectivamente. En la etapa IV, el índice de supervivencia a cinco años disminuye entre un 20% y 30%, aunque todos los casos suelen ser mortales a largo plazo. Sin embargo, como se ha dicho antes la presencia de metástasis (correspondería a la etapa IV)  es excepcional, presentándose en el 1 al 5% de los casos.
En el 5 al 10% de los pacientes puede existir afectación de los ganglios linfáticos. Esto, en cambio es mucho más raro en el Carcinoma de células basales.
Las características del tumor asociadas a un mayor riesgo de recaída de la enfermedad son: tamaño grande de la lesión, invasión de los nervios de la zona e infiltración del tejido subcutáneo (que correspondería a la dermis e hipodermis). La localización en la cara, orejas y cuero cabelludo tienen un peor pronóstico.

Tratamiento

Existen varias alternativas para el tratamiento de los canceres de piel no melanoma. Sin embargo debido a las características de estos canceres, que suelen permanecer en el área donde se originan por largo tiempo, suelen usarse en primer lugar tratamientos de tipo local, es decir, que solo afectan al área donde este el tumor. Estos son:

Cirugía:
La mayoría de los carcinomas de células basales y de células escamosas se curan mediante cirugía menor. Existen varios tipos de cirugía que se emplearán según sea la localización y el tipo de tumor.

  • Escisión simple: el tumor y una porción de tejido circundante se extirpan mediante bisturí. Luego se cosen los bordes.
  • Electrodesecación y curetaje: el tumor se extrae raspando el tejido con un instrumento llamado cureta. Después se trata el tejido donde se encontraba el tumor con una aguja eléctrica para destruir las células cancerosas que queden. Generalmente se precisa la repetición de este método varias veces y suele dejar una pequeña cicatriz. Es una técnica a aplicar solamente en lesiones pequeñas, bien delimitadas y de bajo riesgo de recaída.
  • Criocirugía: se utiliza nitrógeno líquido para congelar y así destruir las células cancerosas. Esta técnica se utiliza frecuentemente en la queratosis actínica así como en el carcinoma de células basales y células escamosas de pequeño tamaño.
  • Cirugía de Moh: el cirujano elimina la capa de piel que parece estar afectada por el cáncer y lo examina inmediatamente al microscopio. Luego vuelve a extraer algo del tejido circundante y lo vuelve a examinar al microscopio. Este proceso lo repite hasta que no observa ninguna célula anormal al microscopio.
  • Cirugía por láser: se utilizan los rayos láser para vaporizar las células cancerosas. Esta técnica se emplea en el carcinoma de células basales muy superficiales y en el carcinoma de células escamosas in situ.
  • Cirugía de ganglios linfáticos: si los ganglios cercanos al cáncer están inflamados habrá que extirparlos mediante cirugía.

Radioterapia
La radioterapia se utiliza en este tipo de cáncer en aquellos pacientes que no pueden someterse a cirugía por su estado general, como pueden ser los ancianos. De esta forma la radioterapia seria el segundo tratamiento a elegir luego de la cirugía.
Este tratamiento puede curar aquellos tipos de cáncer que se encuentre en estadios bajos (es decir, de localización bien superficial en la piel). También puede retrasar el crecimiento de aquellos tumores más avanzados (terapia paliativa) o radiar las metástasis en otros órganos y reducirlas en tamaño.
La radioterapia también puede utilizarse como ayuda al tratamiento de cirugía (terapia adyuvante) al aplicarse después de la misma para eliminar cualquier célula que haya podido quedar sin extirpar mediante el  proceso quirúrgico.  
Es una técnica de tratamiento contraindicada en los tumores de células basales y en el carcinoma verrucoso.

Quimioterapia
Consiste en la destrucción del tumor a partir del tratamiento con fármacos. Puede ser tanto local (tópico), como sistémico.
Cuando se emplean de forma tópica, los fármacos llegan a las células más cercanas de la superficie de la piel. Un agente quimioterapéutico, el 5-Fluoruracilo, puede utilizarse de forma tópica y es muy útil para las queratosis actínicas, los carcinomas in situ (estadios mas bajos) e incluso en los carcinomas superficiales, todas estas lesiones superficiales. Es de especial valor cuando no son aplicables otras técnicas. Tiene como limitación el que el producto no se extienda a una concentración adecuada sobre la zona a tratar, contribuyendo entonces a que aparezcan recidivas. Se aplica en forma de crema.

Terapia Fotodinamica
Es otro tratamiento tópico que se basa en unas sustancias llamadas porfirinas, que tienen capacidad de favorecer el daño celular ante la exposición a la luz y en presencia de oxígeno. La aplicación tópica o inyectable de estas sustancias puede permitir la destrucción especifica de los canceres de piel superficiales.

Tratamiento según tipo de cáncer

Para el carcinoma de células basales, suele utilizarse la electrodesecación y el curetaje. La criocirugía es recomendable para aquellos carcinomas de pequeño tamaño y para determinadas zonas.
La técnica que mayor índice de curación presenta para estos tumores es la cirugía de Moh que resulta beneficiosa para los que se presentan localizaciones como orejas, ojos, nariz, frente, cuero cabelludo, dedos y área genital. Esta cirugía se emplea para el tratamiento de tumores de gran tamaño, tumores localizados en determinadas áreas críticas y tumores que han reaparecido después de otros tratamientos.
En cuanto al carcinoma de células escamosas, se suele emplear la escisión simple. Para los de pequeño tamaño, se recomienda la electrodesecación y el curetaje.
La cirugía de Moh suele recomendarse nuevamente para los tumores mayores de dos centímetros, para aquellos que han reaparecido, para los que se están extendiendo por los nervios de la piel o para aquellos localizados en ciertas áreas de la cara o en la zona genital.
Hay que tener en cuenta que estos pacientes sí tienen un riesgo aumentado de desarrollar nuevos tumores en la piel, en otras localizaciones, por lo que es muy importante el examen dermatológico regular.

Prevención

El cáncer de piel no melanoma (al igual que el melanoma), puede ser prevenido a partir de conductas fácilmente aplicables. Fundamentalmente la prevención consiste en la protección de los rayos ultravioletas (sol o lámparas bronceantes) a través de ciertas conductas que acompañen a una exposición  limitada a los mismos:

  • Evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día (entre las 12 y las 16 horas), cuando la luz ultravioleta es más intensa.
  • Usar barreras físicas para que el sol no llegue a la piel: sombrillas, sombreros de ala ancha (para proteger también el cuello y las orejas), camisetas, etc.
  • Aplicar pantallas solares sobre la piel con filtros de protección UVA y UVB adecuados al tipo de piel de cada persona. Se puede consultar el índice ultravioleta (UVI) que nos indica los niveles de radiación ultravioleta atmosféricos que se espera lleguen a la tierra al mediodía y afecten a la piel y así usar un factor de protección adecuado al mismo.
  • En todas las edades, usar gafas de sol que absorban el 100% de las radiaciones ultravioleta.
  • Protejerse también en los días nublados, ya que los rayos ultravioletas atraviesan las nubes.
  • Evite otras fuentes de luz ultravioleta (lámparas bronceadoras) porque aumentan el riesgo de aparición de melanoma.
  • Examínese periódicamente de los lunares.
Autoexamen periódico: siguiendo la regla del ABCD, puede consultar precozmente si detecta algún cambio en cualquier área de la superficie corporal.