ATENCION: Este sitio solo tiene carácter informativo. Si cree tener algún síntoma que aquí se presenta, no dude primero en consultar a su médico.

Epidemiología
El melanoma se presenta predominantemente en adultos y más de 50% de los casos surgen en áreas de la piel que son aparentemente normales. En los últimos años, la incidencia del melanoma maligno ha aumentado espectacularmente, se ha multiplicado por 3,3 en varones y por 2,5 en mujeres, en los últimos veinte años en España. A pesar de esto, representa menos del 3% de todos los tumores y las campañas de diagnóstico precoz han permitido que la mortalidad se reduzca un 30% desde los años setenta.

Que es
El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina en células que componen a este tejido, llamadas melanocitos (que son quienes dan la coloración a la piel). Estas ultimas son células tienen un origen en común con células de otras localizaciones, como el ojo y algunas mucosas. Es por esto último que el melanoma podría aparecer en cualquiera de estas localizaciones pero la gran mayoría aparece en la piel. Como todo cáncer, consiste en un crecimiento anormal y sin control de estos melanocitos, que si no es detectado a tiempo, puede expandirse y diseminarse hacia otros órganos.
Debido a que la piel del cuerpo es un tejido formado por varios tipos de células, existen distintos tipos de cáncer de piel y el melanoma representa tan solo uno de ellos, quizá  no tan frecuente pero sí muy agresivo.
Se puede presentar a partir de lunares ya existentes, o en áreas de piel normal y sana,  como una formación nueva, pequeña y pigmentada.
Por lo general, en los hombres suele aparecer en el tronco y en las mujeres, es más frecuente en la región inferior de las piernas. Generalmente, estas personas suelen tener la piel clara. Asimismo, puede aparecer en personas de piel más oscura, en las áreas de las manos, planta de los pies, y debajo de las uñas. Como ya mencionáramos, en algunos casos muy poco frecuentes, el melanoma puede aparecer en otros tejidos distintos de la piel, como el intestino o el interior del ojo.

Factores de Riesgo
Están representados por condiciones o circunstancias que favorecen su aparición pero no implican necesariamente que  la persona que los padezca, desarrollara inevitablemente este cáncer. Entre ellos se incluyen:

  1. Radiación Ultravioleta: es el principal responsable, y se adquiere a través de la exposición excesiva o inadecuada al sol u otras fuentes no naturales como las lámparas bronceadoras. Este tipo de radiación actúa sobre la piel predisponiendo para todo tipo de cáncer de piel y no solo para el melanoma. Es por esto que el melanoma (y los otros canceres de piel) aparecen con mas frecuencia en áreas del cuerpo que se exponen al sol y especialmente en regiones del mundo cercanas al ecuador.
  2. Edad: el melanoma es mas frecuente en adultos, entre los 30 y 60 años. Esto se relacionaría con un daño acumulativo ejercido por el sol (la radiación Ultravioleta) sobre la piel, que alcanzaría su limite a partir de estas edades mencionadas. En aquellos infrecuentes casos en que se da en niños, suele ser de comportamiento más benigno. La edad también parece influir en cuanto a que las quemaduras producidas por el sol antes de los 15 años aumentan el riesgo de melanoma al doble.
  3. Genero: Aunque se da en igual forma en mujeres y hombres en cuanto a su frecuencia de aparición, sus localizaciones suelen diferir entre ambos sexos. En mujeres jóvenes predomina en miembros inferiores y en varones mas mayores, en tronco, cara, cuello y hombros.
  4. Factores personales: representan características propias de la piel, pelo y ojos de cada individuo. La sensibilidad y coloración de la piel (pieles blancas), dificultad para broncearse, el numero de pecas en la infancia y el numero de nevos (formaciones parecidas a lunares y benignas), son factores de riesgo para melanoma.
  5. Raza: Las personas de raza blanca de origen escocés, inglés o irlandés con el pelo rubio o rojizo, los ojos claros y abundantes pecas son especialmente susceptibles. Por el contrario el melanoma es raro en la raza negra u oriental, presentándose en ellos en palmas o plantas y con peor pronostico.
  6. Antecedentes familiares o personales: la persona que ya ha padecido melanoma o tiene historia de melanoma o del llamado Síndrome del nevo displásico, en su familia tiene mayor riesgo.
  7. Enfermedades: personas que padecen una rara enfermedad genética, llamada Xeroderma pigmentoso, tienen una incapacidad para reparar los daños ejercidos por la radiación UV en su piel, por eso su riesgo de melanoma es hasta 2000 veces mayor que en la población general.
  8. Lesiones de la piel: la presencia de múltiples nevos (lunares) o el llamado nevo congénito gigante (semejante a un gran lunar que se tiene desde el nacimiento) puede asociarse a mayor riesgo de melanoma.

Tipos de Melanoma
Este cáncer puede dividirse en cuatro tipos de acuerdo con la forma de crecimiento y clínica que presenta.    
Su crecimiento puede darse en dos fases. La primera de ellas es la horizontal, en la que crece afectando la capa superficial de la piel (epidermis) sin invadir las capas mas profundas. Podría decirse que crece “hacia fuera”.
Su segunda fase  consiste en el crecimiento en profundidad, hacia capas inferiores de la piel, a partir de las cuales puede entrar en la sangre o vasos linfáticos y diseminarse a distancia (de ahí que la profundidad sea importante para el pronóstico). Podría decirse que es un crecimiento “hacia abajo”.
La primera fase se observa en: melanoma de extensión superficial, léntigo maligno melanoma, y melanoma lentiginoso acro. La segunda fase, denominada fase de crecimiento vertical, afecta los tejidos profundos, por ejemplo el melanoma nodular
 
Melanoma de extensión superficial:
Constituye el tipo más frecuente en personas de raza blanca. Se produce en cualquier punto de la piel, pero suele verse en espalda y miembros inferiores en mujeres, y en tronco en hombres. La edad de aparición es de los 30 a los 50 años.

Léntigo maligno melanoma:
Aparece sobre todo en piel expuesta al sol en personas mayores.

Melanoma lentiginoso acro (MLA):
Aparece en palmas o plantas, en mucosas (véase más arriba) o uniones mucocutáneas, o en lecho ungueal (debajo se la uña).

Melanoma nodular:
Es el segundo tipo más frecuente, y es más agresivo. Aparece habitualmente en el tronco, cabeza o cuello, en torno a los 50-60 años.

Clínica (síntomas y signos)
El melanoma puede aparecer tanto en piel sana y de aspecto normal, como en pieles con “marcas”. Estas “marcas” o manifestaciones de la piel pueden corresponder a un lunar o a una mancha.
Así el melanoma puede presentarse como un lunar nuevo o bien a travès de cambios en lunares preexistentes. Su apariencia puede ser variable, pudiendo verse como:

  • Llaga
  • protuberancia,
  • Cambios en el aspecto: puede verse más o menos coloreado o con diferente color. Además la piel que lo conforma puede comenzar a descamarse o volverse áspera.
  • Alteraciones en los bordes: estos pueden volverse mas irregulares
  • Alteraciones en el tamaño:  puede aumentar de tamaño
  • Otras manifestaciones: pueden corresponderse con sangrado a partir de un lunar, o dolor, picazón o alguna exudación (liberación de alguna sustancia).

Así, podría decirse que casi cualquier aspecto de lesión en la piel (sea nueva o preexistente) podría corresponder a un melanoma. Es por esto que se ha ideado la regla del ABCD, que sirve para que las personas puedan autocontrolar su piel (sus lunares especialmente) en busca de alguna de estas alteraciones y consultar rápidamente al dermatólogo, lo cual puede hacer que esta enfermedad sea detectada precozmente. La regla del ABCD consiste en recordar:

A: Asimetría: que la mitad de un lunar no es igual que la otra mitad.
B: Bordes irregulares: bordes desiguales. Irregulares, borrosos o dentados.
C: Color: los colores más peligrosos son los rojizos, blanquecinos y azulados sobre lesiones de color negro.
D: Diámetro: cuando el lunar mide más de 6 milímetros o aumente de tamaño (mayor de 6 mm.)

Así, aunque la mayoría de las personas tienen lunares que son benignos, es importante reconocer sus cambios y ante estos consultar rápidamente.

Diagnostico
El médico se basará en aquellas manifestaciones que presente la piel del paciente y la historia clínica (antecedentes personales y familiares). Cuando observe alguna lesión sospechosa, se realizará una toma de muestra de la misma para que sea analizado. Luego si percibe otros síntomas que puedan corresponder a la diseminación de la enfermedad (casos mas avanzados), realizara exámenes complementarios para saber hasta donde ha llegado este cáncer y que áreas ha invadido (estatificación).
Los estudios que se efectúan son:

  • Examen de la piel: se busca detectar lunares, manchas de nacimiento u otras áreas pigmentadas con aspecto anormal en cuanto a color, tamaño, forma o textura. Siempre se observara todo el cuerpo, incluyendo fondo de ojo y mucosas (piel que recubre la boca, el recto, vagina, uretra, etc.).
  • Biopsia: es imprescindible para arribar al  diagnostico y consiste en tomar una porción del área sospechosa para que sea visualizado y analizado por un patólogo. El resultado de la biopsia debe incluir el nivel de profundidad de la invasión del tumor (en milímetros), para orientar pronóstico y tratamiento, y debe determinar si los márgenes de resección son adecuados. Dependiendo de donde se encuentre la alteración de la piel y del tipo que sea, así se realizará un tipo de biopsia u otro:
    1. Biopsia por raspado: se coloca anestesia en el área a biopsiar y se raspan las capas superiores de la piel con una hoja de bisturí.
    2. Biopsias incisionales y escisionales: se extrae una cuña (fragmento más profundo) de piel. Se realiza para tumores más profundos. Con la incisional sólo se extrae una parte del tumor para analizarlo, mientras que con la excisional se extirpa todo el tumor. Si la extensión de la piel afectada es grande, se realizará una biopsia incisional, en un primer momento, para no deteriorar mucho la imagen de la persona.
    3. Biopsia por aspiración con aguja fina: No se utiliza para el diagnóstico de un lunar sospechoso pero sí para biopsiar los ganglios linfáticos cercanos a un melanoma, que pueden estar afectados por células cancerosas provenientes del tumor y serán indicio de que el cáncer ha comenzado a diseminarse.
  • Pruebas diagnósticas adicionales: Se realizan en todos aquellos en los que se sospecha que el cáncer se ha diseminado para ver que regiones u órganos se han comprometido. Comprende exámenes radiológicos del cerebro, cuello, tórax, abdomen y pelvis y huesos, (radiografías, ecografías, tomografía computarizada o resonancia magnética nuclear, tomografía de emisión de positrones  y a menudo gammagrafía ósea).

Estadificacion y Pronostico
Consiste en determinar el grado de invasión del cáncer y clasificar así a los pacientes según las áreas afectadas por el tumor. El melanoma se puede diseminar mediante extensión local (hacia áreas vecinas), a sitios distantes a través de los ganglios linfáticos o por vía sanguínea. Cualquier órgano puede verse complicado por metástasis, pero los mas comunes son los pulmones y el hígado.

Estadio 0: Las células anormales se encuentran solamente en la capa externa de la piel sin invadir  los tejidos más profundos. La tasa de supervivencia a 5 años es del 97%.

Estadio I.: El cáncer se encuentra en la epidermis (capa mas externa de la piel) o en el inicio de la dermis (capa de la piel que esta por debajo de la epidermis). No hay afectación de los ganglios linfáticos. El grosor del tumor es menor a 1-2 milímetros. La tasa de supervivencia a 5 años es del 90-95%.

Estadio II.: El cáncer afecta a la dermis, pero no más allá de ésta ni a los ganglios linfáticos. El grosor está entre 2 mm a 4 mm. La tasa de supervivencia a 5 años es del 45-85%.

Estadio III.: Cualquiera de las situaciones siguientes:

  • El tumor es mayor de 4 mm de espesor.
  • El tumor afecta a los tejidos situados debajo de la piel.
  • Presencia de tumores satélites (otros melanomas) alrededor de la lesión principal.
  • Afectación de ganglios linfáticos cerca de la lesión principal.

La tasa de supervivencia a 5 años es del 45%.

 Estadio IV.: El tumor afecta a ganglios linfáticos alejados del tumor original o a órganos. La tasa de supervivencia a 5 años es del 10%.

Factores que condicionan el pronostico
Ciertos factores pueden influir en la expectativa de sobrevida del tumor. Entre ellos se encuentran: la profundidad (espesor) del tumor en la piel, si hubo sangrado o ulceración o presencia de lesiones satélites (otras lesiones de melanoma cercanas a la principal). También influyen la localización y tamaño del tumor así como la salud del paciente (aquellos con defensas bajas tienen mayor riesgo de tener formas mas agresivas).
Asimismo, las mujeres jóvenes (por debajo de los 50 años), que presentan el cáncer en las extremidades (sin incluir las manos o los pies), generalmente tienen un mejor pronóstico, mientras que el pronostico empeora con localizaciones como cuero cabelludo, las manos y los pies.

Recidiva
Se refiere a la posibilidad de reaparición del tumor una vez realizado el tratamiento, debido a la persistencia de células cancerosas no eliminadas por el mismo. El riesgo de recaída puede disminuir considerablemente con el tiempo, aunque las recaídas tardías son comunes.

Tratamiento
Dependerá del estadio de la lesión, es decir si esta localizado o se ha diseminado, cuan profunda es su lesión en la piel, si ha afectado a los ganglios linfáticos, etc.

Cirugía
Es el tratamiento primordial del melanoma y consiste en la extracción del tumor con márgenes libres (margen de seguridad), que deben de ser entre 0.5 a 2 cm., según la profundidad del propio tumor. Por márgenes libres se entiende a márgenes de piel sana y normal que rodea los bordes del cáncer. Los estadios localizados del melanoma tienen altas posibilidades de ser curados con cirugía. En los casos de enfermedad diseminada, podrá  utilizarse con intención paliativa, es decir, para disminuir los síntomas.
El médico puede extraer el tumor mediante las siguientes operaciones:

  • Escisión local: extracción del melanoma y parte del tejido normal circundante (margen de seguridad).
  • Escisión local amplia con extracción de los ganglios linfáticos o sin esta.
  • Linfadenectomía: procedimiento quirúrgico en el cual se extirpan los ganglios linfáticos y se examinan para determinar si contienen cáncer.
  • Biopsia de ganglios linfáticos centinela:  consiste en la extracción de un ganglio linfático centinela (el primer ganglio linfático al cual el cáncer tiene más probabilidades de diseminarse a partir del tumor). Se inyecta una sustancia radioactiva o un tinte azul cerca del tumor. La sustancia o el tinte viaja a través de los conductos linfáticos hacia los ganglios linfáticos. El primer ganglio linfático que recibe la sustancia o tinte se extrae mediante una biopsia. Un patólogo observa el tejido bajo un microscopio en busca de células cancerosas. Si no se encuentran células cancerosas, puede no ser necesario extraer más ganglios linfáticos. Si presenta células cancerosas, se extirpará. También se extirparán los ganglios linfáticos restantes de esa zona. La extirpación de los ganglios linfáticos supone un mayor riesgo de complicaciones como infección, hemorragia, o linfedema.

Si se ha evidenciado la existencia de metástasis en otros órganos, puede realizarse una cirugía aunque no tenga como objetivo la curación. A veces la extirpación de metástasis en otros órganos, aumenta el tiempo de vida del paciente o, por lo menos, mejora los síntomas que éste presenta.

Quimioterapia
Consiste en la destrucción de las células cancerosas a partir de la administración de diferentes fármacos. Puede usarse luego del tratamiento quirúrgico para eliminar cualquier célula que haya quedado sin eliminar (esto se llama terapia adyuvante) o para tratar algunas metástasis dérmicas (piel ), cerebrales, intestinales u óseas. Asimismo, se emplea como tratamiento paliativo de los síntomas.
Suelen usarse combinaciones de diferentes fármacos y constantemente se están evaluando nuevas combinaciones. Estos pueden administrase vía oral o endovenosa. También, en el caso del melanoma existe una forma particular de administrarse los medicamentos, que se denomina Perfusión hipertermica aislada en los miembros. Esta técnica envía los medicamentos contra el cáncer directamente al brazo o la pierna donde se encuentra el cáncer. Esto permite al paciente recibir una dosis alta de medicamentos en el área donde se presentó el cáncer.

Radioterapia
La radioterapia es un tratamiento para el cáncer que usa rayos X u otros tipos de radiación para eliminar las células cancerosas o impedir que crezcan. La radiación puede darse desde una maquina situada en el exterior del paciente, lo cual se llama Radioterapia Externa, o administrarse desde el interior del paciente, a traves de dispositivos pequeños semejantes a capsulas o semillas. Esto ultimo se llama Radioterapia Interna. 

Terapia biológica
Tambien llamada bioterapia o inmunoterapia, la terapia biológica es un tratamiento que consiste en estimular la capacidad del sistema inmunitario para combatir el cáncer. Se usan sustancias elaboradas por el cuerpo o en el laboratorio para reforzar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra la enfermedad. Algunas combinaciones de quimioterápicos se pueden asociar a medicamentos de inmunoterapia como son el interferón, la interleukina-2 y los anticuerpos monoclonales.

Prevención
El melanoma ( y los otros canceres de piel) puede ser prevenido a partir de conductas fácilmente aplicables. Fundamentalmente la prevención consiste en la protección de los rayos ultravioletas (sol o lámparas bronceantes) a través de ciertas conductas que acompañen a una exposición  limitada a los mismos:

  • Evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día (entre las 12 y las 16 horas), cuando la luz ultravioleta es más intensa.
  • Usar barreras físicas para que el sol no llegue a la piel: sombrillas, sombreros de ala ancha (para proteger también el cuello y las orejas), camisetas, etc.
  • Aplicar pantallas solares sobre la piel con filtros de protección UVA y UVB adecuados al tipo de piel de cada persona. Se puede consultar el índice ultravioleta (UVI) que nos indica los niveles de radiación ultravioleta atmosféricos que se espera lleguen a la tierra al mediodía y afecten a la piel y así usar un factor de protección adecuado al mismo.
  • En todas las edades, usar gafas de sol que absorban el 100% de las radiaciones ultravioleta.
  • Protejerse también en los días nublados, ya que los rayos ultravioletas atraviesan las nubes.
  • Evite otras fuentes de luz ultravioleta (lámparas bronceadoras) porque aumentan el riesgo de aparición de melanoma.
  • Examínese periódicamente de los lunares.
Autoexamen periódico: siguiendo la regla del ABCD, puede consultar precozmente si detecta algún cambio en cualquier área de la superficie corporal.