ATENCION: Este sitio solo tiene carácter informativo. Si cree tener algún síntoma que aquí se presenta, no dude primero en consultar a su médico.

Epidemiología:
El cáncer colorrectal es el tercero en frecuencia entre los hombres en países desarrollados (tras los tumores de pulmón y próstata), y el segundo entre las mujeres (tras el cáncer de mama), con aproximadamente 1.000.000 de nuevos casos al año en todo el mundo (550.000 hombres y 470.000 mujeres). Representa el 9,5% de todos los tumores.
En España se diagnostican unos 22.000 casos anuales, lo que representa el 12,7% de los tumores del sexo masculino y el 15% de los femeninos. La incidencia en este país se puede considerar alta en ambos sexos y su tendencia es a aumentar, con más celeridad en el sexo masculino.

Que es                     
El cáncer colorrectal consiste en el crecimiento descontrolado de células anormales en esa parte del intestino, es decir en el colon y en el recto. Estas células pueden invadir y destruir el tejido que se encuentra a su alrededor y si penetran en el torrente sanguíneo o linfático, pueden extenderse a cualquier parte del organismo y producir daños en otros órganos (metástasis).
Existen diferentes tipos de cáncer colorrectal. El mas frecuente, que es al que nos referimos mayoritariamente en este resumen, es el llamado Adenocarcinoma Colorrectal, que supone el 90% de los casos de cáncer de esta localización y, además, es el mas común de  los canceres de todo el tubo digestivo.
Aquellos canceres asociados a Síndromes de Poliposis Adenomatosa y el llamado Carcinoma de Colon Hereditario no asociado a Poliposis, representan en total, un 5 a 10% de los canceres de colon.

Que áreas afecta
El colon y el recto forman parte del tubo digestivo, que esta conformado por el esófago, estomago, intestino delgado y el intestino grueso. El colon es la primera sección de intestino grueso y el recto, la porción final del intestino grueso.
En el colon, se siguen absorbiendo nutrientes y agua de los alimentos que han sido ingeridos (como ocurre en el intestino delgado) y sirve de contenedor para el material de desecho (materia fecal). Este material va avanzando hasta el recto, hasta que es expulsado al exterior a través del ano.
Tanto el colon como el recto están formados por varias capas de tejido. Según estén afectadas una u otra capa, así será el pronóstico del cáncer.
El colon se divide en cuatro segmentos: ascendente, transverso, descendente y sigmoide, siendo este ultimo el segmento que se encuentra unido al recto.
El cáncer que comienza en el colon, se denomina cáncer de colon y el que comienza en el recto, cáncer de recto.

Localizaciones mas frecuentes del Cáncer de colon:
El 75% de los canceres colorrectales aparecen en colon descendente, colon sigmoideo y recto. Es mas frecuente en el sexo masculino.

Factores de riesgo
Aunque no puede predecirse quien contraerá cáncer colorrectal, existen ciertas circunstancias que se asocian a un riesgo mayor de desarrollarlo. De ninguna manera esta enfermedad se trasmite de una persona a otra y la presencia, en una persona, de los factores citados a continuación no garantiza, en la mayoría de los casos, que padecerá la enfermedad.
Los factores de riesgo son:

  • Edad mayor de 50 años: El cáncer colorrectal es más probable que ocurra as partir de los 40 años, aumentando el riesgo al envejecer las personas. Más del 90 por ciento de las personas con esta enfermedad son diagnosticadas después de los 50 años de edad. La edad promedio al momento del diagnóstico es de 72 años.
  • Pólipos colorrectales: Los pólipos son tumores (masas de células) en la pared interior del colon o del recto. Son comunes en personas de más de 50 años de edad, siendo en su mayoría, benignos (no cancerosos). Sin embargo, algunos pólipos (llamados pólipos adenomatosos o adenomas) pueden hacerse cancerosos. Al encontrar y extirpar estos pólipos, puede reducirse el riesgo de cáncer colorrectal.
  • Antecedentes familiares de cáncer colorrectal: El riesgo de desarrollar la enfermedad es mayor en personas que poseen parientes cercanos (padre, madre, abuelos, hermanos, tíos) que han padecido la enfermedad. El riesgo es mayor cuanto mas joven era el familiar  cuando padeció el cáncer y también aumenta cuantos mas familiares hayan padecido la enfermedad.
  • Alteraciones genéticas: Los cambios en ciertos genes aumentan el riesgo de cáncer colorrectal. Entre ellos podemos citar:
    • El cáncer de colon hereditario no polipósico (HNPCC) es el tipo más común de cáncer colorrectal heredado (es decir, de origen genético), causado por cambios en un gen HNPCC. La mayoría de las personas con un gen HNPCC alterado presentan cáncer de colon, y la edad promedio que tienen cuando son diagnosticadas con cáncer de colon es de 44 años.
    • La poliposis adenomatosa familiar (FAP) es una enfermedad rara, hereditaria, en la que se forman cientos de pólipos adenomatosos (véase mas arriba) en el colon y recto. Es causada por cambios en un gen específico llamado APC. Esta enfermedad, generalmente termina en cáncer colorrectal a los 40 años de edad

Los familiares de personas que presentan cáncer colorrectal hereditario no polipósico o poliposis adenomatosa familiar, pueden hacerse pruebas genéticas para buscar estas mutaciones genéticas específicas y así desarrollar conductas que les permitan reducir el riesgo de desarrollar el cáncer colorrectal o detectarlo en fases tempranas para hacer mas efectivo el tratamiento.

  • Antecedentes personales de cáncer: La persona que ya ha tenido cáncer colorrectal en el pasado puede volver a presentarlo.
  • Antecedentes de otros canceres: Las mujeres con antecedentes de cáncer de ovarios, de útero (endometrio), o mama, tienen un cierto riesgo mayor de padecer cáncer colorrectal.
  • Enfermedades del Intestino: Podemos citar dos: la Colitis ulcerosa y la  enfermedad de Crohn. Aquella persona que haya tenido alguna de estas enfermedades (que se caracterizan por causar inflamación crónica del intestino) durante varios años, tiene un riesgo mayor de presentar cáncer colorrectal.
  • Dieta: Parece ser que la dieta rica en grasas saturadas favorece su aparición y que la alta ingesta calórico y la obesidad, aumentan el riesgo de padecerla. Asimismo, los suplementos de calcio y la aspirina podrían reducir el riesgo. La influencia de las fibras es discutida y los resultados de estudios sobre dieta no siempre están de acuerdo, y se necesita más investigación para entender mejor en qué forma la dieta afecta el riesgo de cáncer colorrectal.
  • Tabaquismo: La persona que fuma cigarrillos puede tener un riesgo mayor de presentar pólipos y cáncer colorrectal.

Como se presenta (síntomas y signos):
Los síntomas clínicos van a depender de la localización y del tamaño del tumor. Asimismo debemos considerar que todos los síntomas pueden ser causados por otras causas diferentes al cáncer de colon. Sin embargo, debemos estar alertas frente a:

  1. Cambio en las rutinas del intestino: implica una modificación en nuestros hábitos defecatorios habituales. Puede presentarse por la aparición de diarrea, estreñimiento o estrechamiento de los excrementos. Las diarreas son mas características de los casos de cáncer de ciego (área que esta situada adyacente al inicio del colon ascendente) y colon ascendente, mientras que la constipación es mas típica de los canceres localizados en colon descendente y colon sigmoideo.   
  1. Sensación de  que el intestino no se vacía por completo
  1. Presencia de sangre en la materia fecal (ya sea de color rojo brillante o muy oscuro)
  1. Dolores frecuentes de tipo cólico, o molestia indefinida, a veces difusa y otras veces localizada. El cáncer en su etapa inicial por lo general no causa dolor, por eso, es importante no esperar a sentir dolor para consultar al medico.
  1. Sensación de saciedad, plenitud abdominal o hinchazón (distensión) del vientre
  1. Pérdida de peso sin razón conocida
  1. Cansancio constante
  1. Náuseas y vómitos
  1. Cambios en la coloración de la piel: Esta puede presentarse más pálida, por la presencia de anemia, que es debido a la pérdida inadvertida de sangre por la materia fecal, o bien más amarillenta (ictericia), debido a la afectación del hígado por diseminación del tumor hacia allí (metástasis hepáticas).

Diagnostico:
Para poder aplicar el tratamiento adecuado necesitamos diagnosticar la enfermedad y cuanto antes lo hagamos, mas posibilidades tendrá esa persona de obtener mejores resultados de ese tratamiento e incluso prevenir el desarrollo de la enfermedad.
Para el diagnostico precoz, se utilizan las llamados exámenes selectivos de detección de cáncer (o métodos de screening), es decir, exámenes médicos que se eligen de acuerdo a su situación personal (sexo, edad, salud.) y que ayudan al médico a encontrar pólipos (que aunque no son cáncer, vimos que algunos pueden evolucionar hacia un cáncer) o cáncer antes de que se presenten los síntomas. Su indicación será evaluada y determinada por el medico en cada contexto y paciente particular.
Estos exámenes de diagnóstico precoz deberán realizarse en:

  • Personas mayores de 50 años
  • Personas menores de 50 años, cuando presentan riesgo incrementado de padecer la enfermedad, por padecer alguno o varios de los factores de riesgo mencionados, especialmente los que poseen antecedentes personales o familiares de cáncer o pólipos en el colon.

Los exámenes de diagnostico precoz de pólipos, cáncer o situaciones sospechosas, son:

  • Análisis de sangre oculta en heces (FOBT, siglas en inglés): este análisis puede detectar pequeñas cantidades de sangre en la materia fecal, que puede provenir del cáncer o del pólipo, o de alguna lesión sospechosa, al igual que de ciertas lesiones benignas como las hemorroides. Por esto, si esta prueba detecta sangre, es necesario hacer otras pruebas para encontrar el origen de la sangre.
  • Sigmoidoscopia: consiste en el examen que se realiza dentro del recto y del colon inferior (sigmoideo) con un tubo luminoso llamado sigmoidoscopio. A partir del mismo podrán visualizarse los pólipos o el área con cáncer o cualquier tipo de lesión. A partir de esos hallazgos, en general el medico deberá tomar una muestra (biopsia) para analizar ese tejido afectado. Si lo que extrae es un pólipo (o varios), esto se denomina Polipectomía.
  • Colonoscopía: consiste en el examen dentro del recto y en todo el colon usando un tubo luminoso, largo, llamado colonoscopio. A partir del mismo podrán visualizarse los pólipos o el área con cáncer o cualquier tipo de lesión. A partir de esos hallazgos, en general el medico deberá tomar una muestra (biopsia) para analizar ese tejido afectado. Si lo que extrae es un pólipo (o varios), esto se denomina Polipectomía.
  • Enema de bario con doble contraste: Este estudio consiste en que el paciente debe beber una solución de bario y le es bombeado aire dentro del recto. A continuación, se le toman varias imágenes de rayos X (radiografía) de su colon y recto. Es posible, de esta forma, que los pólipos o tumores se destaquen también, gracias a la combinación del bario y el aire.
  • Tacto Rectal: forma parte con frecuencia de un examen físico de rutina. Permite detectar, masas o lesiones, sangrados, áreas sensibles o dolorosas, en el área del recto. Consiste en que el médico inserta un dedo enguantado y lubricado en el recto.
  • Colonoscopía virtual: Este método está en estudio.
  • Ultrasonografía endoscópica

Si los exámenes muestran un área anormal, es posible que sea necesaria una Biopsia para buscar células cancerosas. Un patólogo revisa el tejido y busca células cancerosas usando un microscopio. Solamente a partir de este ultimo estudio puede llegarse al diagnostico de certeza de cáncer colorrectal.
Otros análisis que se pedirán una vez efectuado el diagnostico y para ver la extensión del tumor y las áreas que ha invadido (Estatificación), son:

  • Ecografía: Es útil para descartar metástasis hepáticas o pélvicas. También para saber si hay invasión local o regional en el tumor de recto.
  • Tomografía computarizada: Se utiliza para descartar metástasis en otros órganos.
  • Estudios de Laboratorio: como cifra de hematíes en sangre, la velocidad de sedimentación y las pruebas de función hepática. Estas cifras estarán alteradas de haber cáncer.

Estatificación
Como mencionamos, consiste en determinar cual ha sido el alcance del cáncer. Es decir, si esta ha invadido áreas vecinas o a distancia, en otros órganos o tejidos. Para esto se utilizan los siguientes estudios, algunos de los cuales ya se han mencionado en “Diagnostico”:

  • Análisis de sangre: Su médico busca el antígeno carcinoembrionario (CEA) y otras sustancias en la sangre. Algunas personas que tienen cáncer colorrectal u otras enfermedades tienen una alta concentración del mismo.
  • Colonoscopía
  • Ecografía endorrectal (EER): La imagen puede mostrar la profundidad con la que ha crecido un tumor del recto o si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos o a otros tejidos cercanos.
  • Radiografías del pecho: Las radiografías de su pecho pueden mostrar si el cáncer se ha diseminado a los pulmones.
  • Tomografía computarizada: Puede mostrar si el cáncer se ha extendido al hígado, los pulmones o a otros órganos.
  • Resonancia Magnética: al igual que el anterior puede mostrar hacia que órganos se ha extendido el tumor.

No será necesario usar todas las pruebas, sino que el medico seleccionara aquellas que considere mas adecuadas. Algunas veces la estadificación no es completa hasta que no se haga la cirugía para extirpar el tumor.

Tratamiento:
Las opciones de tratamiento del cáncer colorrectal van a depender de la etapa en que se encuentre el tumor, es decir, cuánto se ha diseminado o a qué profundidad ha llegado en la pared intestinal y otros tejidos. Serán considerados además, la edad, la historia clínica, el estado de salud general del paciente y su tolerancia a ciertos medicamentos y tratamientos.
Algunas opciones estándar son:
Cirugía: es la única opción curativa del cáncer de colon, dependiendo de la extensión del tumor.

  • Colectomía parcial (también llamada resección intestinal parcial)  Consiste en quitar el tumor y tejido normal alrededor del área afectada del colon. Luego el cirujano vuelve a conectar las partes sanas del colon. A veces el médico debe hacer una colostomía temporal, que es una abertura para recoger los desechos sólidos del intestino en una bolsa que el paciente lleva fuera del cuerpo, hasta que el tejido haya sanado. A veces la colostomía es permanente.
  • Cirugía laparoscópica: consiste en realizar una serie de incisiones en la pared abdominal, e insertar en el abdomen, pequeños instrumentos tubulares y una diminuta cámara que le muestra imágenes al cirujano en una pantalla, para que pueda cortar una gran sección del intestino y del tejido adyacente llamado mesenterio.
  • Colonoscopia: se utiliza para la extirpación de pólipos y cuando el tumor es muy pequeño y no se ha diseminado ni ha invadido en profundidad la pared del intestino (estadios precoces).

 

En cuanto al cáncer de recto, según sea el tramo afectado así se realizará una técnica u otra. Se describen brevemente las técnicas más comunes:

  • Resección anterior baja: se realiza cuando el tumor se encuentra por encima de los 7 a 8 cm del canal anal (que es la porción final del intestino grueso), cerca de donde se unen el colon con el recto. Así se extirpa el área donde esta el cáncer y se unen los extremos que corresponden al recto y al colon.
  • Reseccion Abdominoperineal: se realiza cuando el cáncer esta localizado mas cerca del canal anal (o sea a menos de 7-8 cm. de el) e implica quitar toda el área del tumor,  incluyendo al canal anal. Es por eso que en esta operación será necesaria una colostomía (ver antes) pues no se puede conseguir la unión del recto con el colon.
  • Exenteración pélvica: se realiza cuando el cáncer afecta al recto y a órganos vecinos como el útero, vejiga, próstata, etc. y consiste en la extirpación de todos estos órganos. También aquí será necesaria la Colostomía, y puede llegar a serlo la Urostomía, (crear una salida en el abdomen para la orina) cuando se extirpa la vejiga.

Terapias no quirúrgicas:

  • Radioterapia : se utiliza radiación de alta energía para matar las células cancerosas. Se puede usar junto con la cirugía como terapia definitiva (especialmente en el cáncer de recto), o se puede usar para reducir los síntomas (tratamiento paliativo) del cáncer colorrectal. Por lo general se da en la forma de radioterapia externa, en la que la radiación viene de una fuente externa al cuerpo del paciente y es dirigida hacia el cáncer y los tejidos circundantes. En raras ocasiones estos tumores se pueden tratar con radioterapia interna, que consiste en la colocación de pequeñas bolitas de material radiactivo directamente en el área del cáncer. Para los tumores avanzados se puede usar radioterapia intraoperatoria, que significa dar radioterapia durante la cirugía. Los efectos secundarios de este tratamiento son ligera irritación de la piel, náuseas, diarrea, irritación rectal, irritación de vejiga o cansancio.
  • Quimioterapia: consiste en la administración de medicamentos intravenosos u orales para matar las células cancerosas. A menudo se da para reducir la probabilidad de que el tumor reaparezca en otra parte del cuerpo. Además, puede aliviar los síntomas y prolongar la vida de los enfermos en quienes el tumor se ha diseminado. Habitualmente se alternan períodos con y sin tratamiento; esto alivia los posibles efectos secundarios como alteraciones de los recuentos celulares, fatiga, diarrea, llagas en la boca y afección del sistema inmune. El tratamiento quimioterápico en el cáncer de colon se realiza como terapia adyuvante, es decir, sumada a la cirugía. Asimismo, se utiliza en tumores de recto de alto riesgo de diseminación.
  • Terapia biológica: Algunas personas con cáncer colorrectal que se ha diseminado reciben un anticuerpo monoclonal, un tipo de terapia biológica. Los anticuerpos monoclonales se unen a las células cancerosas del colon o del recto. Interfieren con el crecimiento de las células cancerosas y con la diseminación del cáncer. Algunas personas reciben quimioterapia al mismo tiempo. Los efectos secundarios que pueden presentarse incluyen sarpullido, fiebre, dolor abdominal, vómitos, diarrea, cambios en la presión arterial, sangrado o problemas respiratorios. Éstos, usualmente se hacen más leves después del primer tratamiento.

Si existen metástasis, según sea el número y la localización de éstas, se podrá realizar una intervención para extirparlas. La cirugía se realizará en aquellos pacientes que vayan a prolongar su tiempo de vida o aumentar su calidad.

Existen otros métodos para eliminar esos tumores que no requieren de una intervención quirúrgica. Entre otros están la congelación del tumor o la inyección de alcohol concentrado que los destruyen.

Puesto que las personas que tienen cáncer colorrectal pueden padecer esta enfermedad una segunda vez, es importante hacerse pruebas de seguimiento. Estas consisten en:

  1. Realizar una Colonoscopía luego de 1 año de la cirugía y, posteriormente, cada 2 o 3 años.
  2. Se recomienda la medición cada 3 meses de los niveles de Antígeno CarcinoEmbrionario, que debió volver a valores normales luego de la cirugía. Su aumento puede ayudar a detectar recidivas (reaparición del tumor) tempranas.
  3. Será útil la realización de Tomografía Computarizada o Ecografías para la detección de posibles metástasis hepáticas remanentes.

Los chequeos podrán incluir además una exploración física (que incluye el examen rectal digital), pruebas de laboratorio (que incluye análisis de sangre oculta en heces), colonoscopía, rayos X, u otras pruebas.

Si usted tiene o ha tenido cáncer colorrectal, es probable que también tenga preocupación de que los miembros de su familia puedan padecer la enfermedad. Las personas que piensan que pueden tener el riesgo deberán consultar al médico, quien puede sugerir formas de reducir el riesgo y planear un programa adecuado de pruebas.